No hay cubano que no conozca a Martí, nombrarlo es como nombrar Cuba en su más pura esencia. A los 171 años de su natalicio, trabajadores y cuadros del Ministerio de la Construcción se reunieron para celebrar su legado. El acto estuvo presidido por el Ing. René Mesa Villafaña, Ministro de la Construcción.
El apósto, alcanzó desde muy joven un grado de comprensión extraordinario sobre la situación de su país, despertartando en él profundos sentimientos de patriotismo, justicia y libertad.
Que no llore me dices. Y tu vida.
Alguna vez me pagará la patria.
La vida de los nobles, madre mía,
Es luchar y morir por acatarla,
Y si es preciso, con su propio acero
Rasgarse, por salvarla, las entrañas!
A partir del año 1880 se instaló en Nueva York, participando en la Liga de la Instrucción donde comienzan a llamarlo El Maestro:
“La liga de Nueva York es una casa de educación y cariños, aunque quien dice educar ya dice querer. En la liga se reúnen después de la fatiga del trabajo, los que saben que solo hay dicha verdadera en la amistad y en la cultura, los que en sí sienten o ven por sí, que el ser de un color o de otro no merma en el hombre la inspiración sublime; los que no creen que ganar el pan en un oficio da al hombre menos derechos y obligaciones que los de quienes lo ganan en cualquier otro.”
En 1889, con la primera edición del libro La Edad de Oro Martí afirmó:
La Edad de Oro se publica para que los niños americanos sepan cómo se vivía antes y se vive hoy en América y en las demás tierras.
Martí distinguió entre la idea de instrucción, que es individual y tiene que ver con los conceptos, y la de educación que es colectiva y tiene que ver con los valores.
En el homenje a nuetro Héroe nacional, José martí, se procedió a la firma del Código de ética de los auditores del Ministerio.
“Al venir a la tierra todo hombre tiene derecho a que se le eduque y después en pago el deber de contribuir a la educación de los demás.”
José Martí
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