El 25 de noviembre del 2016, nuestro querido Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, parte hacia la inmortalidad. La voluntad de nuestro heroico pueblo cubano de continuar fortaleciendo la obra de la revolución, sobre la base de los logros alcanzados, y bajo la enseñanza del invicto Comandante pese a su partida física, se puede resumir en las palabras del apóstol al expresar: “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”.
En horas de la mañana, trabajadores del Ministerio de la Construcción le rindieron homenaje a la vida y quehacer de Fidel, un hombre universal de todos los tiempos.
Fidel y de su relación entrañable con diversos líderes políticos del mundo, de su valía, de su visión, de su pensamiento, tenemos un sin número de ejemplos, de los que no alcanzaría el tiempo para expresarlos. Pero sí, podemos evocar las palabras del periodista Ignacio Ramonet, en su libro Cien Horas con Fidel, cuando enuncia:
“Como siempre, a Fidel le salían ideas a borbotones. Tenía una visión mundial. Analizaba la globalización, sus consecuencias y la manera de enfrentarlas, con argumentos de una modernidad y de una astucia que ponían de relieve esas cualidades que muchos biógrafos han subrayado en él: su sentido de la estrategia, su capacidad para valorar una situación concreta y su rapidez de análisis. A todo ello se añadía la experiencia acumulada en tantos años de resistencia y de combate.
Durante la ceremonia, se colocó una ofrenda floral ante la imagen del eterno revolucionario cubano.
Concluyendo el acto con la declamación del poema Paloma blanca, paloma, de la autora PaulaLázara Ortega Álvarez, especilaista de la Dirección de Producción Local de Materiales del organismo.
¡Gracias por todo Fidel!