El Código de las Familias debe parecerse a la Cuba que queremos.

por | Abr 20, 2022 | Noticias | 0 Comentarios


La Doctora en Ciencias Jurídicas y Profesora Titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, Yamila González Ferrer, lo ha dicho otras veces y lo reiteró este martes durante la audiencia pública parlamentaria sobre el proyecto de Ley del Código de las familias, que tuvo lugar en el Capitolio Nacional: «deberíamos preguntarnos si existe verdadero amor sin el respeto a los derechos de las personas que decimos amar; si comprendemos el alcance real del texto constitucional que aprobamos en materia de igualdad, no discriminación y dignidad humana».

Este proyecto de ley, afirmó la también Vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba y una de las redactoras del documento legal, pone en alto esos principios y deja claro que la orientación sexual, la identidad de género, el color de la piel, la creencia religiosa, la situación de discapacidad no deben ser, de ningún modo, los que hagan la diferencia, como tampoco son categorías para determinar si somos mejores o peores seres humanos.

En el contexto de la audiencia Cuba vive en las familias, convocada por las comisiones permanentes de trabajo de Asuntos Constitucionales y Jurídicos y la de Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de Derechos de la Mujer, de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), el presidente de la primera, José Luis Toledo Santander, consideró oportuno recordar que el Código no busca imponer a nadie cómo debe ser su familia, pero sí establece normas de respeto e igualdad para todas las personas.

«Más importante, reconoce a las distintas formas de familias con las que ya convivimos y que nos reclaman, como su derecho, ese reconocimiento y protección, y no puede ser menos en un Estado de Derecho y de Justicia Social, y este Estado de derecho y de justicia social nos corresponde a todos y todas por igual», subrayó.

Recordó la importancia de la consulta popular, porque de llevar este proyecto de Ley directamente a la aprobación de la Asamblea Nacional del Poder Popular, no se hubiera sido consecuente con la lealtad que el Legislativo cubano le debe al pueblo.

El encuentro estuvo presidido por Ana María Mari Machado, vicepresidenta de la ANPP; el secretario del propio Parlamento, Homero Acosta Álvarez; Oscar Silvera Martínez, ministro de Justicia; además de Yamila Peña Ojeda, fiscal general de la República; Alina Balseiro Gutiérrez, presidenta del Consejo Electoral Nacional, junto a las miembros del Consejo de Estado, Aylín Álvarez García y Karla Santana Rodríguez, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y presidenta nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), respectivamente.

DEFINICIONES OPORTUNAS EN DEBATE

La importancia de conceptos como el de responsabilidad parental, autonomía progresiva y gestación solidaria, entre otros, suscitó el interés de reconocidos académicos y juristas a nivel internacional, así como de diputados e invitados de nuestro país, tales como las doctoras Aída Kemelmajer de Carlucci, académica de número de la Academia Nacional de Derecho de Buenos Aires, Argentina; Silvia Díaz Alabart, catedrática emérita de Derecho Civil, de la Universidad Complutense de Madrid, España, y de María Berenice Díaz, vicepresidenta del Instituto Brasileño de Derecho de Familia, de Brasil, entre otros expertos.

Aída Kemelmajer de Carlucci reflexionó sobre lo oportuno de la  definición de responsabilidad parental, que ha causado polémica en interés de sustituirla por patria potestad, y con cuyo criterio no concuerda la experta, pues a su consideración la responsabilidad parental es incluso más comprensible para el destinatario de la ley, lo que posibilita su mejor cumplimiento.

A ello se le suma, continuó, que todos somos conscientes de que las atribuciones que tienen los padres y las madres no son potestades, sino deberes sobre sus hijos. Una de esas responsabilidades está en la preparación del niño para que sea capaz de tomar decisiones para el desarrollo de su personalidad, cuestión totalmente en coherencia con el concepto de autonomía progresiva.

Al respecto, Neylia Abboud Castillo, profesora de Derecho Civil de la Universidad de Managua, Nicaragua, coincidió con que es esencial porque significa la escucha activa de la opinión de los hijos en circunstancias específicas, como en casos de divorcio, o en procesos de adopción.

La autonomía progresiva, reiteró la jurista nicaragüense, es indispensable para el desarrollo de la personalidad de los hijos, y eso depende mucho de la preparación de ellos por los padres. Niños, niñas y adolescentes son sujetos de derechos y se les debe escuchar su opinión, siempre con un nivel valorativo, puntualizó.

De manera general, opinó, el proyecto cubano no vino a inventar nada, sino que describe una realidad que ya existe, y esa realidad necesita respaldo legal y protección.

Un elemento más llamó la atención de la académica Kemelmajer de Carlucci, pues a su modo de ver el adjetivo en la definición de gestación solidaria que aporta el texto es perfecto, a lo que se le añade lo que refiere el Código en cuanto a protección de la salud de las partes involucradas, no solo de la persona por nacer, así como de la regulación y el cumplimiento necesario de los requisitos que se plantean para esta posibilidad.

Muchos principios le parecieron esenciales, en consonancia con la Constitución. Por un lado, la autonomía y la libertad, pero también la solidaridad, la no discriminación y la igualdad, como todo Estado Constitucional de Derecho.

GARANTÍAS Y RESPETO A OTROS DERECHOS ELEMENTALES

Como los anteriores, el tema de las parejas homoafectivas y familias homoparentales también toca las puertas de la justicia en términos de reconocimiento y protección de sus derechos en Cuba, porque como dejó claro en la audiencia la reconocida sicóloga cubana Patricia Arés Muzio, no surgieron con el Código, hace mucho tiempo que existen en nuestro país, y han tenido que sufrir en muchos casos la discriminación, el silencio.

«No se puede pensar que bajo condiciones moralistas podremos desaparecerlas, eso nos hace posicionarnos en un idealismo subjetivo e ignorar la realidad social», advirtió.

Puntualizó que la orientación sexual de una persona no compromete su condición moral, tampoco su salud mental, ni mucho menos su capacidad de amar.

Explicó que estudios en instituciones de reconocido prestigio han demostrado que este tipo de familias tienen similares posibilidades de proporcionar a los niños un ambiente sano que otras, como tampoco se afecta el desarrollo sicoemocional de los menores.

Por todo ello, aseguró que aplaude el proyecto, porque la diversidad de las familias debe ser protegida con todos sus derechos, sobre todo a vivir una vida sana y feliz.

Esa diversidad, de acuerdo con Karla Santana Rodríguez, sin dudas, el proyecto de Ley la visibiliza, por ello hablamos también de derechos a las personas adultas mayores, se reconocen los derechos de los niños, niñas y adolescentes, de las mujeres y la protección contra la violencia familiar.

El diputado Raúl Alejandro Palmero mientras refirió los principios del derecho de familia y su necesaria correspondencia con lo que será el Código, mencionó entre las virtudes del documento su coherencia con la Constitución, su carácter inclusivo, y resaltó temas medulares como el reconocimiento de la unión de hecho.

Es que el texto cubano, apreció la doctora María Berenice Díaz, vicepresidenta del Instituto Brasileño de Derecho de Familia, es una de las herramientas de esta naturaleza más modernas que ha tenido la posibilidad de conocer, no solo por los principios consagrados que maneja, sino también por el establecimiento de una igualdad plena entre hombres y mujeres, por recoger la libertad de estas últimas a decidir sobre sus cuerpos, un derecho que hoy no abunda en muchos países.

Además, especificó y ponderó el apartado que el Código dedica a las formas de convivencia con las mascotas.

En el momento final, el doctor Leonardo Pérez Gallardo, presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y Familia, expresó que no cabe duda de que el Código tiene que parecerse cada vez más a la Cuba de hoy, tiene que apelar a la inclusión, a la diversidad, al principio de pluralidad.

«Las familias cubanas alzan sus b

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