El Arq. Jesús Lacera Linde lleva 70 años en el sector de la construcción. Comenzó a los 15 de años de aprendiz en una carpintería. Fue compañero de curso de José  Antonio Echeverría. Su primer trabajo dentro del Ministerio de la Construcción fue la conversión del campamento Columbia en Ciudad Libertad. Fue funcionario ejecutivo del Arq. Osmany Cienfuegos en la etapa que fungiera como Ministro. En 1963 fue designado como Coordinador General de la Construcción en el Norte de la antigua provincia  Oriente. En 1983 fue seleccionado personalmente por el Comandante en Jefe como Secretario Ejecutivo del Frente de Proyectos, función que desempeña hasta la actualidad.     

Antes del triunfo revolucionario y durante los primeros años de la Revolución no existía un Ministerio de la Construcción, sino un  Ministerio de Obras Públicas; ¿cuál era el estado de dicho Ministerio antes del 1ro de enero de 1959?

El Ministerio de Obras Públicas radicaba en aquel momento en el Convento de Santa Clara en la Habana Vieja. Era como todos los ministerios, aunque tenía manifestaciones de índole técnica, prácticamente era un antro de corrupción y de subastas dirigidas a las grandes compañías en las cuales los politiqueros tenían todas sus propiedades e intereses. Las grandes obras se contrataban a empresas extranjeras; como fue por ejemplo el Tunel de La Habana.

Una de las proezas más grandes del sector de la construcción luego del triunfo revolucionario, fue la reconstrucción del oriente cubano, luego del paso del huracán Flora, que permaneció alrededor de 5 días en territorio nacional ¿recuerda o tiene alguna experiencia de aquellos días?

Del Flora tengo muchos recuerdos y anécdotas porque precisamente en ese momento yo había sido designado como Coordinador General de la Construcción en el Norte de Oriente. Esto coincidió con una Convención Internacional de Arquitectos que se estaba celebrando en Cuba donde yo participaba como delegado junto a otros compañeros; tuve que salir para Oriente y por el camino me encontré con el Comandante en Jefe en Villa Clara y Camagüey que estaba todo inundado. En Camagüey, el Comandante se le fue a la escolta, se fue en un camión él solo. El ciclón se quedó estacionario frente a la desembocadura del Cauto y los niveles que había alcanzado históricamente se sobrepasaron totalmente y fue la causa fundamental de la enorme inundación que hubo.

Los daños del Flora fueron gigantescos, aparte de las muertes que fueron miles. Arrasó con todos los puentes, no quedó un puente vivo; solo quedaron utilizables los llamados puentes sumergidos. Quedaron destruidos 13 kilómetros de la carretera central desde Holguín hasta Cauto Cristo (que limita con Granma actualmente). Prácticamente se volcó toda la dirección del Ministerio hacia allí: Osmany, Kike D´Johng que era el técnico, Galguera, etc. Se constituyó una brigada especial, una brigada comunista para rehacer los 13 km en tiempo record. Se trabajó 24 horas, no se paraba la obra. Los daños fueron gigantescos pero gigantesca fue la reacción del Ministerio, de los constructores de aquella época y del pueblo en general.

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Huracán Flora_Fotos: Archivo de Cuba Defensa

Luego del triunfo revolucionario se ejecutaron múltiples obras en cuanto a: carreteras, puentes, viviendas, salud, educación, energía, industria, entre otras ¿recuerda alguna obra en particular? ¿Por qué?

Para mí por lo simbólico, una de las obras que yo más recuerdo es la conversión del campamento Columbia en Ciudad Libertad pues representa la transformación ideológica y social de la Revolución. No se puede circunscribir esto a una obra porque realmente los programas de la Revolución en la construcción fueron muchos. Hay para mí algo fundamental en el desarrollo de la construcción y del Ministerio: el desarrollo de la industrialización de la construcción. Cuando triunfa la Revolución había una sola planta de prefabricado en el país. En dos años se construyeron más de 100 plantas de prefabricado en el país y por orientación de Fidel se pusieron al servicio de la construcción. Se construyen más de 6mil toneladas de molde de prefabricado en dos años que fue lo que permitió comenzar el plan gigantesco que Fidel orientó de las Secundarias Básicas, los Preuniversitarios y las vaquerías de 288 vacas de capacidad. Se pueden poner millones de ejemplos.

Desde el punto de vista de la actividad de Proyectos realmente las capacidades eran ínfimas en el país. Luego del triunfo revolucionario se crea el Frente de Proyectos, comienzan a desarrollarse las empresas de proyecto del Ministerio de la Construcción y se constituyeron empresas de proyecto e ingeniería en  prácticamente todos los organismos fundamentales del país. Actualmente el frente lo componen 36 empresas que pertenecen a 16 Organismos de la Administración Central del Estado, de los cuales aproximadamente la mitad pertenecen al MICONS. Esto permitió darle respuesta a los grandes proyectos inversionistas del país para satisfacer las necesidades productivas y de servicios sociales de nuestra economía.  

¿Cuáles fueron sus motivaciones para dedicar su vida al sector de la construcción? 

Mis antecedentes con mi padre que también se dedicaba a construir cosas y la satisfacción de crear como en las artes. Yo diría que el arquitecto es el que hace esculturas gigantes, que además son para vivir que es la cosa fundamental o para producir o para satisfacer necesidades sociales del pueblo, para la educación, para la salud. La satisfacción de poder ver algo que tú has creado. Es como dicen de la diferencia entre el médico y el arquitecto que el médico entierra su error pero el arquitecto los tiene ahí para toda la vida. Participar en el proceso de desarrollo de tu país, poder cumplir en la mayor medida posible los compromisos con el pueblo que planteó Fidel en La Historia me Absolverá, que realmente se han satisfecho, en la educación, en la salud, solamente nos queda en proceso la vivienda en la cual se está trabajando fuertemente  por el Ministerio y por la dirección del país. Eso no tiene precio, poner tu granito de arena en ese proceso es una gran satisfacción.

¿Qué le ha aportado el sector  a su desarrollo personal y profesional?

Me ha ayudado a desarrollarme como ser humano y como profesional y la satisfacción de participar en lo que se ha propuesto la Revolución en beneficio del pueblo.

¿Cuáles son a su juicio los principales logros que ha tenido el sector de la construcción desde el ámbito social y económico?

Hay que estar claros en una cosa, todos los ministerios y sectores son necesarios; la educación es muy necesaria, la salud, la cultura, pero hay una cosa que privilegia al Ministerio de la Construcción y es el desarrollo no es posible sin construcción. Para desarrollar las capacidades de producción, los servicios sociales hay que construir, si no se construye no hay desarrollo. Es imprescindible el Ministerio de la Construcción, en el caso nuestro con la premisa de que el interés no está en función de sectores privados o personas naturales sino va en beneficio todo lo que hagamos de todo el pueblo.      

Si tuviera que definir al sector de la construcción con una palabra o frase ¿cuál sería?

Yo diría dos frases: “Consagración a la Patria y a la Revolución” y la otra “Revolución es Construir”.

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De izquierda a derecha, los ministros de la Construcción y de Turismo felicitan a Jesús Lacera Linde, secretario del Frente de Proyectos. Foto: Peródico Trabajadores

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